viernes, 21 de mayo de 2010

Plantillas




He cambiado de móvil. Me juré a mí mismo que esperaría al iPhone pero el día que todos mis amigos se intercambiaron tonos y fotografías a través de su bluetooth mientras yo confesaba que mi móvil no tenía de eso,... aquel día fue demasiado para mi frágil personalidad. Sólo ver sus expresiones al mirarme me hizo pensar que si quería recuperar su credibilidad tenía que cambiar de teléfono. Lo dicho, tengo móvil nuevo: con una pantalla luminosa QVGA de 262.144 colores -una putada para un discrómata como yo-, con un diseño monísimo -tan mono que te vuelves loco para averiguar cómo coño abrir la tapa trasera para poder meter la batería-, cámara de 2 megapíxeles - para hacerme fotos seguramente inapropiadas y vergonzosas-, 3G, para poder hablar desde Estados Unidos y Latinoamérica-en este punto, prefiero no añadir nada; cae por su propio peso- y su bluetooth monísimo para intercambiarme todo tipo de chorradas y virus con mis amigos. Y en mi absurda felicidad, toqueteando todos los rincones del cacharro, descubro que la carpeta ‘Mensajes’ conduce a otra aplicación llamada ‘elementos guardados’ donde me encuentro con 11 mensajes que yo no he guardado. Descubro que son plantillas que vienen predefinidas de casa. Vamos, que los señores fineses de Nokia han elegido los once mensajes más importantes del mundo y que todos debemos llevar en el móvil, en caso de emergencia. No me sorprendió que la mayoría de ellos estuvieran enfocados a una persona de negocios que reenvía contínuamente frases como “estoy en una reunión”, “llámeme más tarde”, “ahora mismo estoy ocupado” (¡ojo, no ‘ocupada’!) o “la reunión se ha cancelado”. Lo que me llamó la atención fue el “feliz cumpleaños”, el “gracias” y un triste “yo también”. No sé cómo son los fineses de nórdicos y fríos en sus relaciones personales pero...¿alguien aceptaría como amigo a una persona que te felicite el cumpleaños con una plantilla de Nokia? Con decirte que ya no envío un ‘te quiero’ en sms por miedo a recibir un desolador “yo también” y, con lo aprensivo que me he vuelto, joderme la historia. Así que, desde que tengo móvil nuevo, cada vez que ‘quiero’, llamo y lo pronuncio. Movistar aplaude esta decisión. Ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos.







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