viernes, 17 de diciembre de 2010

Lo que cuesta un hijo


Nuestra amiga Encarna está imposible. Como recordarás de antiguos mails, su empeño por darle cuerda al reloj biológico y tener un niño antes de que le canten los 40, ha apartado el resto de temas de conversación. Con ella ya no se puede hablar del gustillo que le ha pillado la derecha a manifestarse, ni de la Ley Sinde, ni de nada que no sea un futuro bebé. Yo, que no es que tenga un interés especial en perpetuar una especie de la que tampoco me siento muy orgulloso, sí disfruto con los amigos, la conversación, las largas sobremesas y los chill out espontáneos; algo que, cuando alguna miembro de la pandilla está fecundada, se convierte en un monotemático monólogo que empiezo a sospechar durará hasta que el muchacho en cuestión deje el hogar paterno y se independice. Así que, cansado de teorizar sobre inseminaciones artificiales y donantes de semen, me presenté en casa de Encarna, con la socorrida excusa del café, y un informe del Instituto de Política Familiar (IPF) en la mano. “Mira”, le dije, soltando los papeles sobre la mesa. “5.546 euros/año es lo mínimo que te va a costar un hijo durante sus primeros dieciocho años de vida. Esto supone un coste medio de 455 euros al mes y 15 euros al día que tú, ahora que le has pillado el punto a comprar en tiendas caras, no deberías asumir”. Buen ataque, pensé. “Me da igual lo que opine el IPF ese. Estoy en un momento de mi vida que lo único que quiero es sumar, no restar”. La frase, en boca de Encarna, sonó trascendental, así que contraataqué. “Pero sumar uno más a la familia es restar en todo lo demás y, chica, para procrear ya están los de derechas. La izquierda debería recuperar su actitud hedonista ante la vida”, solté, en plan guay. “La izquierda es compromiso y yo no estoy dispuesta a dejar un planeta gobernado por hijos de señores que han inculcado principios capitalistas, insolidarios e intolerantes a sus vástagos”, contestó en plan Pasionaria Prenatal. “Piénsatelo. Una familia gasta, como mínimo, 98.200 euros en cada hijo durante los 18 primeros años. Metes ese dinerito en una hucha y te pegas luego un viaje de lujo. Yo te acompaño”. Quemé el último cartucho argumental. “Lo que hay que reclamar al gobierno es más ayudas para las familias”, apuntó Encarna. Y yo lo que creo es que deberían ayudarnos a los solteros, que bastante tenemos con aguantar al resto. Misántropo me estoy volviendo.

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