miércoles, 17 de agosto de 2011

Debates de relleno



Parece que Rajoy y Rubalcaba están dispuestos a debatir en televisión. Bueno, el líder del PP dice que "cuando se pacten las condiciones", lo que puede abrir un interrogante del tamaño del culo de JLo pero...algo es algo. En la elecciones generales de 2008, Rajoy rechazó celebrar un debate electoral en TVE porque, según él, la televisión pública no respeta la pluralidad. Bueno, algo así dijo Cospedal, hace bien poco, delante de Ana Pastor.


Ahora deberían entrar las risas. Porque de otra cosa no sabrá el PP pero de pluralidad, de eso sabe un huevo. Basta hacer un modélico flashback a IB3 o mirar directamente a Telemadrid, cadena perfectamente teledirigida y que vivió una huelga de trabajadores denunciando “la política de presiones y atentados contra la libertad” que ejercía la dirección del medio, para darse cuenta de lo importante que es la pluralidad para ellos. De Canal 9, la televisión donde nunca se pronunció la palabra 'Gurtel' ya ni hablamos.

Recordemos que los dirigentes de RTVE son elegidos por el Parlamento. Aunque para ellos, eso debe ser anecdótico. En pluralidad, mucho mejor la era Urdaci, dónde va a parar... “¿Quieres dejar de calentarnos la cabeza con debates electorales y venir a ver lo que de verdad importa?”, me soltó mi amiga Marta, que estaba junto a Emma y Encarna hojeando una revista en un café de moda. “Creo que el verdadero debate no está entre Rajoy y Rubalcaba”, apuntó Encarna, con la mirada clavada en una página impar. “La pregunta es: ¿todo esto es suyo o aquí hay mucho photoshop?”, añadió Marta.

Y no quedó más remedio que acercarse. Así es. Mientras los informadores políticos, tertulianos, periodistas y demás analistas creen que lo que más preocupa a los ciudadanos es la crisis, el paro o la pérdida del estado de bienestar, Marta, Emma y Encarna, tres ciudadanas ejemplares, buscan respuestas a las campañas publicitarias para la ropa interior de Armani. Sobre la mesa, David Beckham, Cristiano Ronaldo, Fernando Verdasco (este posó para Calvin Klein) y Rafa Nadal. “Eso es relleno”, dije yo señalando el paquete del británico, que por alguna desconocida razón biológica me sentí en la obligación de sacar la cara por el producto interior bruto. Ellas me miraron con una condescendencia hiriente. “No me miréis así”, advertí. “Los Beckham son muy dados al relleno y ese tipo de cosas. ¿O ya no recordáis cuando descubrieron que Victoria empleaba cubrepezones en sus salidas por Los Angeles?”, añadí. Y volvieron a mirarme así, esbozando además una sonrisa que acabó por ponerme de mala leche.

"Aquí no valen patriotismos", sentenció Marta. "A falta de Piqué, el paquetón es de Beckham". "Es que Ronaldo está más pendiente de como fotografía el bíceps o de poner morritos que de la mercancía que está vendiendo", añadió Encarna. "Está vendiendo calzoncillos, no matrículas para gimnasio".


Según Encarna, los anuncios de calzoncillos están directamente dirigidos a las mujeres. Debe ser uno de esos laberintos publicitarios en los que el producto está elaborado para el hombre pero la publicidad es para la mujer. Ella cree que porque las mujeres acaban comprando esos calzoncillos porque quieren sentir que tienen un Nadal en casa. A mí eso me parece un insulto a la inteligencia femenina. Porque por muy Armani o Calvin Klein que sea el gayumbo, sobre Toni Genil no aporta nada. Me apuesto un suspensorio.


"A Rafa Nadal se le podía haber sacado más partido", apuntó Emma. Y yo me pregunto si estas mujeres serán igual de duras a la hora de valorar el debate Rajoy-Rubalcaba.





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