miércoles, 19 de enero de 2011

Todos vuelven


Tengo que aprender a separar mis emociones, como quien separa la ropa blanca de la de color. Hay veces en las que un tipo de emociones ennegrecidas supera en número a las otras y acabo centrifugándolas todas juntas. Sospecho que precisamente logro lo contrario: oscurecer las blancas. En ocasiones, por poner un ejemplo, me da por pensar que el regreso siempre conlleva cierto aroma a fracaso. Que algunas personas ni siquiera emprenden el viaje de ida para no tener que justificar su vuelta. Y recurro al hastío, a las frentes marchitas del tango, al sueño desgastado, que ha ido perdiendo el color de tanto frotar y frotar. “El frotar se va a acabar”, me soltó mi amiga Marta de sopetón. “Este rollo tuyo de poeta maldito me aburre más que Hospital Central. Regresar no siempre supone frustración. Volver puede ser el objetivo. Incluso los hay que llegan por primera vez al lugar al que siempre pertenecieron.” “Lo entiendo”, dije, “pero no puedo evitar pensar en la joven que retorna a casa, con la misma maleta con la que se marchó y unas cuantas lágrimas acumuladas en su... “¡Calla ya coño!”, gritó Marta mientras me propinaba una colleja que estuvo a punto de provocarme una contractura cervical. “Mira Sting, que volvió con The Police o Bunbury, que regresó, puntualmente, con Héroes del Silencio. Todos vuelven. Por algo será”. Y se pasó cerca de diez minutos dándome nombres: Amistades Peligrosas, Los Ronaldos, Olé Olé, Genesis, Take That, Queen (lo de éstos tiene mérito), Hombres G, Spice Girls, Nacha Pop, Los Toreros Muertos, La Guardia, Rage Against The Machine,... “Ya, pero ellos vuelven por dinero y eso, en el fondo, esconde un fracaso”, intenté explicar. “Si también metes en el mismo saco dinero y fracaso es que realmente estás peor de lo que pensaba”, diagnosticó Marta, en un mensaje nada materialista. “Ayer me llamó Leo”, dijo, como para cambiar de tema. “¿Tu ex?”, añadí. “Así es. Que si qué tal me va, que si estoy con alguien, que si a ver si quedamos para tomar un café,... Lo que te decía: todos vuelven. He quedado el martes con él. A veces, volver es tan excitante.” Y luego me acompañó a casa, para enseñarme el programa de la lavadora indicado para ropa blanca.

1 comentario:

  1. ufff ... que mal rollo volver, sobretodo si es con la frente marchita.

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