viernes, 26 de noviembre de 2010

He perdido mi identidad


He perdido mi identidad. Bueno, exactamente he perdido el carnet de identidad, que para mi reciente historial psicológico es lo mismo. Estaba con mis compañeros de la terapia para aprender a vivir la Navidad, intentando celebrar algo en un bar. Entre el tumulto, el carnet debió caerse del bolsillo del abrigo -uno de los méritos de Adolfo Domínguez como modisto es que no pone botones en los bolsillos interiores de los abrigos- y nunca más volví a saber de él. Y eso me provocó una gran ansiedad al saber que hay alguien por ahí que conoce mi verdadera edad. ¿Qué estará haciendo ahora con mi identidad? Prefiero no imaginármelo porque me pongo malo. Tuve que volver a hacerme fotos para la renovación. La funcionaria que me atendió me miró en plan “es usted un irresponsable”. “¿En serio le dijo eso?”, me preguntó mi psicólogo argentino. “No, pero seguro que lo estaba pensando. Me puso 15 euros de multa por irresponsable. Ahora soy un tipo inseguro, susceptible, agresivo e irresponsable. Soy un chollo para cualquier agencia de contactos”. Mi psicólogo me recomendó que lo mejor que podía hacer para superar la crisis era apuntarme al curso de Papá Noel que iba a impartir Paradise Yamamoto. Como no era 28 de diciembre seguí escuchando. “Paradise es un cantante profesional de mambo y además es el único japonés que posee un certificado de enseñanza de una asociación de Padres Noel acreditados con sede en Groenlandia. En el curso os enseñan a recitar las frases típicas de Papá Noel, además de ensayar sus gestos. Luego, si vos querés, podés participar en el concurso de comer galletitas mágicas a gran velocidad, pero eso ya es voluntario. Al final tendrá un certificado de asistencia. El seminario le ayudará a reconsiderar la forma de platicar con sus hijos”, dijo mi psicoanalista. “Pero...¡si yo no tengo hijos!”, apunté. “Siempre te quedás en los detalles. Eso no te hará bien”, añadió. Vaya por Dios.

2 comentarios:

  1. La verdadera edad de cada uno no aparece en el dni. Si no, que se lo digan a su psicólogo: Con peroratas de tal estilo poco debe importar a nadie qué edad tiene, pero sí cuál es su momento: el de hacer el mutis por el foro y que usted deje de financiarle.

    Un saludo caballero.

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