Queridos todos y todas:
El nuevo Musaquontas más que una evolución natural ha sido un despropósito puntual. Me explico.
Realmente me impactó el nuevo diseño. Me hipnotizó prácticamente. Tod@s las que pensáis que Musaquontas es un blog para leer y lo visual no es tan relevante, tenéis razón; pero yo me sentí como el jovencito inocente, bellísima persona y ciudadano ejemplar, que una noche se toma dos copas de más y se ve abocado a una noche de vicio, lujuria y desenfreno sin que nada ni nadie pueda evitar el tremendo final.
Tras someter a votación popular el nuevo diseño, tomé una decisión.
Es verdad que me jodía perder unos gadgets como el marcador de visitas, los seguidores, la ventanilla del Twitter, el enlace directo con el Spotify, el link a mis blogs favoritos...pero, con la resaca que me había dejado el movimiento de las imágenes en la pantalla del ordenador, cosa del nuevo diseño, llegué a aceptar la pérdida con estoicismo.
Las entradas además ahora incorporaban ya el enlace al Twitter y al Facebook, así no tenía que estar copiando y pegando. Todo me parecía más cómodo. Más visual. Más guay.
Sin embargo, la mayoría de vosotros y vosotras reconocíais que el anterior diseño, aunque menos espectacular y efectista, era mucho más lógico, más directo y más funcional.
Así que, controlando mi pulsión, como el ex fumador ante un paquete de tabaco, opté por hacer caso a mis lectores y volver a la plantilla antigua. Y ahí es donde empieza el circo. La anterior plantilla desapareció. No hubo manera lógica de regresar al anterior diseño. Me llevó a unas plantillas que no me gustaban nada, me empezó a cambiar cosas, a mover gadgets, y yo me ponía tenso, y...antes de sufrir un ataque de ansiedad, lo dejé así.
No es definitivo. Pero un día, con tiempo y tranquimacines, empezaré a buscar la antigua plantilla (u otra que me guste más) y reinventaré el Musaquontas. Volveré a buscar los gadgets, los colocaré en su sitio,...volveré a crear un hogar. Espero que todos tengan paciencia con esta casa que por intentar ser la más moderna del barrio, acabó en una especie de casa encantada que no sé si tendrá espíritu y fantasma propio pero psychokiller...a estado a un paso.
Se os quiere
Sr. Paco Tomás
