2011 es el año del conejo en el horóscopo chino.
En marzo de 2005 escribí sobre el año del gallo.
Me han invitado a una boda. Fíjate que mientras los chinos corrían a casarse antes de que se iniciara su año nuevo, el del gallo, que según la tradición provocará matrimonios difíciles dada la arrogancia innata y la falta de seguridad del animal -este argumento es cosa de tu prima Elisa-, en España todo el mundo parece estar dispuesto a decir Sí. “Es porque los chinos son homófobos y quieren amargarnos el histórico momento en el que dos personas del mismo sexo nos convertiremos en un matrimonio”, dijo Chema, militante del PP que está deseando, en la intimidad, que se apruebe la ley para formalizar de una vez su relación, que eso de vivir amancebado no va con su moral. “Pues yo cada vez que recibo una invitación de boda se me queda la misma cara que cuando me sale la declaración de renta positiva; en ambos casos significa soltar pasta”, apuntó Josep. “Hombre, ¿no te alegras por los amigos que han encontrado el amor?”, pregunté. “Yo no tengo amigos”, contestó. Y todos los que estábamos tomando un café en la barra del bar de enfrente del taller de terapia gestáltica salvamos la tensión mirando, durante diez minutos, lo sucios que llevábamos los zapatos. Por cierto, no te he dicho quién se casa. Mi prima Encarnación, la hija de la tía Carmen, con un constructor, que en esta nuestra comunidad ya sabes que es como casarse con el hijo del Aga Kan. La rama familiar de mi tía Carmen no ha sido lo que se dice fina pero chico, ahora se dan unos aires. Con decirte que junto a la invitación han añadido un listado de instrucciones para el invitado que ríete tú de las normas de la casa de la sidra. De entrada, está terminantemente prohibido lanzar arroz a la salida de la ceremonia; en su lugar, pétalos de rosa. El convidado podrá ser expulsado del banquete si se le ocurre gritar un ¡Viva los novios! o un ¡Que se besen, que se besen! y vivirá el destierro familiar si se levanta a cortar la corbata del novio. De la liga ya ni hablamos. “Total, bajamos a segunda”, dijo el tío Genaro, siempre tan oportuno.
Lo de la liga es imperdonable, ese momento showgrils no tiene precio... pero claro ahora todas quieren ser finas e imitar las bodas rancias de la monarquía. Pues que viva la república!!!
ResponderEliminarTerapia gestáltica y horóscopo chino, me fascina la combinación.
ResponderEliminarSrpacotomás, conoce usted a Ludovica Squirru? muy didáctica ella ...