miércoles, 5 de mayo de 2010

La comedia romántica


“Llevarte bien con un ‘ex’ es un sentimiento contra natura”, dijo mi amiga Marta mientras esperábamos, en la puerta de unos grandes almacenes, a que Emma se despidiera de su antiguo novio. Ambos se abrazaban, se besaban –en las mejillas, eso sí- y se apretaban mucho los brazos, las manos y todo antes de separarse definitivamente. Y nosotros, observando el encuentro casual con cara de estar asistiendo al final de una comedia romántica. “Fíjate, hace cinco años que lo dejaron y cada vez que se encuentran ella parece Julia Roberts y él, Hugh Grant. Deberían volver juntos si tanto se quieren”, comentaba Marta mientras le daba una calada a su cigarrillo. “No lo entiendes”, le dije. “Las cosas no son blancas o negras. A veces son grises, a veces azules y hay ocasiones en las que son naranja”. Marta me miró como si me hubiera tirado un pedo en un velatorio. “Lo que quiero decir es que llegar a llevarse bien con un ‘ex’ es algo que sólo el tiempo decide, ni siquiera uno mismo. Y que hay ocasiones en las que amas mucho a una persona pero sabes que tu relación con ella es imposible. Acuérdate de Barbra Streisand y Robert Redford en Tal como éramos”, expliqué. Marta sufrió un golpe de tos. “¿Me estás diciendo que tú también eres de esos damnificados que se creen todo lo que ven en el cine? Mira, hay una universidad en Edimburgo…” “Hombre, habrá más de una”, bromee. La expresión de su mirada me hizo ser prudente y no gastar más bromas en lo que quedase de tarde. “Lo que te decía. Hay una universidad que ha estudiado que las comedias románticas tienen argumentos poco pausibles y finales felices altamente improbables. Motivo por el cual transmiten una falsa sensación de relaciones perfectas y expectativas nada realistas”, soltó, así, de un tirón. “Y ahora me dirás que la culpa es de Pretty Woman”, apunté. “Aunque las comedias románticas no sean mi género preferido, reconozco el derecho de los espectadores a soñar. A soñar que el chulazo de turno va a entrar en tu trabajo, ante la mirada celosa de tus compañeros, y te va a sacar en brazos vestido como un oficial de la marina”, añadí. Y cuando Emma llegó a nuestro lado, Marta le dijo: “Tienes suerte de no tener pareja porque en esta vida tienes que elegir: o pareja o ‘ex’. Pero tratar al ‘ex’ como si fuera tu pareja, no es de comedia romántica cariño; es de drama psicológico”. Y apagó el cigarrillo y se metió en la tienda.

1 comentario:

  1. Tu amiga Marta me recuerda ligeramente a algunos aspectos de Ana, la de Las aventuras de Enrique y Ana. Vamos, que la veo perfectamente capaz de soltarte un guantazo en cualquier momento... Pero vamos, que me encanta.

    Un saludo :)

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