Cuando uno empieza un viaje, lo habitual es conocer el destino de antemano. Tener la maleta perfectamente distribuida, devorar la guía del lugar elegido e incluso planificar los días y las rutas que harán de ese sitio nuestro hogar, más o menos fugaz. Sin embargo, hay otro tipo de viajes en los que uno puede llegar a intuir dónde comienzan pero que, de ninguna manera, acertaría a señalar en qué punto del mapa concluirán. No pongan esa cara; no estoy hablando de drogas. Me refiero a que, en ocasiones, los trayectos acaban incluso por encima de nuestras propias intenciones o deseos. Como en una road movie espontánea, La Transversal empezó casi sin saber quién se iba a subir al coche ni cuantas maletas llevábamos; imaginad, en esa circunstancia, hablar de destino. Nadie sabía si pillaríamos una autovía o una carretera comarcal. Ignorábamos si éramos más de playa o de montaña o de ambas cosas a la vez. Desconocíamos si el viaje duraría tres meses o diecisiete años. Lo único que teníamos claro es que íbamos a parar a todo aquel que nos hiciera auto-stop.
Quizá eso provocó que, a los pocos meses de haber iniciado este viaje, olvidásemos a dónde queríamos ir. Estábamos disfrutando tanto que, como explicamos en aquella ocasión en la que debatimos sobre el final de “Perdidos”, nos dimos cuenta que lo importante no era el destino; era el camino. Es cierto que parar el taxímetro nunca fue decisión mía. Hay unos jefes que deben tomar decisiones y lo han hecho. Para algunos esa decisión será errónea, para otros acertada, para unos injusta y para vaya usted a saber quien, adecuada. Pero una vez tomada lo único que puedo hacer es…reflexionar. Pensé que cuando la meta sale al encuentro del corredor, el hecho extraordinario ya te está obligando a detener el ritmo de tus zancadas. Y en nuestro caso, el coche ya funcionaba un poco como el de Los Picapiedra. Pasamos de dos horas y un equipo a 45 minutos y unos becarios maravillosos que dividieron sus prácticas del máster entre nosotros e informativos. Gracias chicos/as.
Cuando se me informó del fin de La Transversal se me instaló un vacío helado en la garganta, como si las cuerdas vocales se hubieran descolgado y cayesen, a través de mi cavidad corporal, para acabar desfibradas en los pies. Pero al poco tiempo comprendí que si no lográbamos que nuestro vehículo siguiera siendo el más bonito, el más original, el más interesante, el más divertido, quizá es que había llegado el momento de parar en el pueblo más cercano. Quería seguir haciendo La Tranversal, pero La Transversal que yo quería. Una que se aproximase un poco a la que caracterizó las dos primeras temporadas y eso era imposible. Un programa de 45 minutos semanales no tiene muchas opciones. Así que decidí ser obediente, por una vez en la vida, y quitar la llave de contacto. No es fácil renunciar a algo que te gusta. Y la mejor manera de hacerlo es sustituyéndolo por otra cosa que también te guste.
Quiero escribir. Llevo muchos años tomando notas en innumerables cuadernos que, algún día, deberían nutrir una novela. Nunca encuentro el momento preciso en el que detenerme y empezar con la disciplina del escritor. Así que me enfrenté al destino y pensé que si él había previsto acabar con La Transversal, tal vez también había contemplado la posibilidad de una novela para el año que viene. Y eso pensé. Hasta que en Radio Nacional me ofrecieron otra cosa.
Sé que muchos habéis recibido una respuesta de la Defensora del Oyente en la que se os informa de que continuaré vinculado a la casa. Eso es cierto. Me han ofrecido algo que, en cuanto se materialice, os contaré de qué se trata en este mismo blog que, por otra parte, deseo que se convierta en el punto de encuentro de todos aquellos ‘seres’ que durante tanto tiempo han habitado al otro lado, que ahora también es mi lado. Mi lado bueno. Voy a procurar compaginar ese nuevo rumbo con la escritura y deseo no deshidratarme en el intento.
En el nombre de todos los que alguna vez habitaron La Transversal quiero daros las gracias. No quiero ponerme ñoño, que sabéis que lo detesto, pero sería tremendamente injusto si pasara por alto los mensajes que habéis dejado en este blog, que habéis enviado al correo del programa o que habéis escrito en el muro del Facebook. Que pongáis mi nombre al lado del de Lolo Rico me parece encantadoramente exagerado. Y que habléis ya de una Generación Transversal me asusta tanto que me paraliza. Pero debo daros las gracias porque sé que lo decís de corazón, que no tenéis ningún interés en regalarme los oídos y menos en los tiempos del cólera, y que creéis en lo que manifestáis. Gracias infinitas. Prometo ir colgando fragmentos del programa en mi blog (como ya estoy haciendo) cada vez que me invada la nostalgia, que ya sabéis que es muy traicionera. Incluso estaba pensando empezar con “Las aventuras de Enrique y Ana” desde el capítulo 1. Ya veremos.
Ahora sólo me queda despedirme con un ‘hasta luego’. No me gusta la palabra ‘adiós’. Aún queda un programa y luego…nuevos caminos que recorrer. Espero que juntos. Y si me permitís una recomendación transversal, buscad en vuestra discoteca, cedéteca, digitalteca o en el mismo Spotify la canción “Viaje a los sueños polares” de Family, una banda indispensable. La canción es para vosotros, ‘raros seres del otro lado’ a los que tanto os estimula esa ‘tonta sensación de libertad’. Un beso.
Paco Tomás, un inmigrante al otro lado de La Transversal
Paco, un abrazo muy grande.
ResponderEliminarSe me ha escapado una lagrimilla. Cuando empecé septiembre de este año no sabía como llevaría eso de no tener tele.
Y en verdad me daba un poco igual, porque en verano mi hermano me había convertido sin quererlo en un habitante más de la Transversal. Ahora, casi un año despues detesto la tele.
Eso es GRACIAS a ti, a Xisca y a todos los que habitamos la Transversal.
Un abrazo. (Si, otro)
Mientras leía el post pensaba en que usted, señor Paco Tomás, debería pensarse lo de escribir un libro. Creo que me gusta usted más como escritor que como locutor de radio (y mire que lo admiro), y cual ha sido mi sorpresa y mi alegría cuando he leído que estaba sopesando la idea de ponerse a escribir en serio.
ResponderEliminarPersonalmente yo echaré mucho de menos su voz, su alegría y su desparpajo ante los micrófonos, pero sobretodo echaré de menos sus ratos con la inefable Xisca Tangina a la cual me temo que sí dejaremos de escuchar.
Estoy muy triste, muy muy triste. Siento que con La transversal se me va algo que me va a costar mucho suplir.
Creo que no es consciente de lo mucho que nos/me ha acompañado durante estos domingos y los ratos libres en los que volvía a escuchar los podcast y descubría que ahí afuera había alguien con mis gustos, mis inquietudes, mis curiosidades y mi sentido del humor.
Me resultará difícil volver a encontrar un espacio, que como el suyo, me resulte interesante divertido y enriquecedor de principio a fin.
En el email que he recibido de la defensora del espectador me/nos decía que RNE está preparando un programa que combine humor, actualidad, entrevistas, música, cultura y bla, bla, bla... pero no puedo evitar pensar que será más de lo mismo de siempre y eso me cabrea, porque si hay algo que me cabrea en esta vida es la falta de originalidad.
Señor Paco Tomás, repito, estoy muy triste, de verdad, y esto nunca me había pasado con un programa de radio. Para bien o para mal hemos conectado e inmediatamente le agrego a usted, al programa y a Xisca a lista de cosas y personas que formaron parte de mi educación sentimental.
Un gran abrazo.
David H.
Wonderfull, eres el mejor...
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminaryo, y muchos de los que me rodean, os echaremos mucho de menos los domingolunes
ResponderEliminarsuerte paco!
un beso enorme! [sin dramatismos!!!]
víctor
Sabes que siempre estaré cerca de ti...
ResponderEliminarQuerido Paco Tomás: ya sé que la vida es así, que las cosas tienen un inicio y un final, que la vida da nuevas oportunidades...pero qué rabieta más grande!!!
ResponderEliminarYo también trabajo en radio, por eso mismo me doy cuenta del pedazo de trabajo que habéis hecho en La Transversal durante estos años y que no se ha sabido valorar: innovación, frescura, en definitiva una radio diferente a la que han ido mermando sin razón.
Pero sabes qué? Que con esto nos dan la oportunidad de conocer otras facetas de Paco Tomás que no me pienso perder. Te esperamos en la radio, como novelista, presentador o domador de elefantes: nadie lo va a hacer como tú!
Besazos y hasta muy muy pronto!
*ana
Gracias por tantos momentos, y espero que encontrate en otro camino.
ResponderEliminarUn abracisisisisimo
Me pregunto qué voy a escuchar ahora los domingos por la noche... La Transversal era mi vía de escape tras un largo día de estudio, estudio y estudio. Era la única forma de evadirme del mundo, sin tener que preocuparme de nada...
ResponderEliminarPero tienes razón con lo que escribes ahí, lo importante es el camino. Y por eso es esencial recordar todos los momentos que nos habéis regalado, y por supuesto daros las gracias.
Tú, Paco tomás, y todo el equipo, habéis creado un espacio tan personal, ligado a vuestras vivencias, vuestros gustos, intereses, y por qué no decirlo, a vuestras rarezas; un espacio del que ya formábamos parte todos nosotros. Y eso es lo importante, que gracias a vosotros La Transversal es parte de nosotros, de nuestras vidas, y eso es lo que hay que recordar, y mantener.
Espero que todos y cada uno de vosotros sigáis en activo, sea donde sea.
Un abrazo.
Soy un ama de casa de 52 años, estudiante de farmacia en Madrid en los 80 y exiliada en Catalunya desde el 86...
ResponderEliminar¡GRACIAS PACO POR ESO 45 MINUTOS A LA SEMANA!
Vivimos un una sociedad de mezquinos y la inteligencia se castiga...
Espero encontraros en otro sitio.
Muchas gracias Sr Tomás, a Usted y a su equipo.
ResponderEliminarHola Paco Tomás. A mí me gustaría saber que será de Xisca. Si hace algo me gustaría que nos lo hicieses saber, ya que no hay manera de seguirle el ratro. Au, idò! Mos veim... Fins ara!
ResponderEliminarSeñor Tomás: usted es sencillamente delicioso. Suerte a todos en los nuevos caminos. Besos. Marian
ResponderEliminarBueno: lo que faltaba; apaga y vámonos.
ResponderEliminar"La Transversal" el único programa de radio del que me hice fan. El único programa de radio que valía por él mismo y no por quiénes fuesen los invitados.
Cuando yo encontré "La Transversal" ya era de 45', no hace tanto de eso y confieso que era una de mis ilusiones semanales. Un programa con un humor absolutamente arrebatador, de hacerte reír a carcajadas con la única pretensión de hacerte reír a carcajadas (estoy segura). Hacer reír a la gente de esa manera tan sana y tan inofensiva era pasaporte directo al paraíso porque Diós también se reía con La Transversal, vamos.
Serían "solo" 45', ¡¡pero qué 45'!!, a mí, 45' para un orgasmo, me parece que no está nada pero nada mal.
Suerte en lo de escribir, pero ya sabes que buenos escritores hay unos cuantos, buenos libros ni te cuento, pero buenos programas de radio hasta el punto de reservarte ese tiempo para escucharlo...
Me has dado un disgusto muy grande. Estoy empezando a creer eso de que el mundo se va a acabar en el 2012.
"La Transversal": el mejor programa de radio nacional, y de cualquier radio.(Es que no se pueden poner merluzos a tomar decisiones. Los merluzos deberían estar en el mar montando a las merluzas para que pongan huevos de merlucines y luego comernoslos a la bilbaína. Ah, no , que los peces no se montan, se lo echan desde lejos...Mira, va a ser eso)
"ROAD RUNNER, ROAD RUNNEEEEEEEEEEEEER....."
Gracias a todos. Jordi, ya sabes que Xisca es un personaje indómito y uno no sabe dónde puede ir a parar pero lo razonable es que, de momento, desaparezca con el programa. Si no hay Transversal no tiene mucho sentido que sus seres sigan campando por ahí. Aunque ya sabes que no me cuesta nada cambiar de opinión. Un abrazo enorme
ResponderEliminarGracias, Paco. No dudo que te volveremos a encontrar. Hasta entonces, te echaremos de menos, y a todos los habitantes de la transversal
ResponderEliminarUn gran saludo SRPACOTOMÁS, es una lastima que nos quiten esos 45' semanales los cuales se quedaban cortos, aunque siempre nos quedarán los podcast.
ResponderEliminarEspero volver a escucharlo pronto en este nuestro lado de La Transversal.
Gracias srpacotomás y a todo su equipo por el programa de humor más inteligente de los últimos años. Un pequeño oasis en el inmenso desierto de pan y fútbol, ocio barato y fácil que ha acabado por engullir el escaso espacio de creatividad que brillaba entre tanta desolación.
ResponderEliminarOs echaré de menos y confío tener prontas noticias del surgimiento de un nuevo oasis en nuevo horario, donde podamos encontrarnos de nuevo como viejos amigos todos los seres que habitamos La Transversal que, mientras tanto, vagaremos por ahí un poco huérfanos.
Enhorabuena de nuevo y ánimo. Un abrazo
La primera vez que oí La Transversal me espantó. La segunda vez ya estaba enganchada.
ResponderEliminarPasé del "qué mierda es esta" al "qué mierda es esta que tanto me gusta".
Os echaré de menos pero sonreiré cada vez que me encuentre con alguna de las líneas transversales que cruzan Madrid.
Suerte.
Ay sí, cambia de opinión y mantén a Xisca, que la queremos muchos y mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias por todas esas noches entre el domingo y el lunes.
Nuria
Gracias por contestarme, Paco. ¿Sabes lo que más me gusta de todo esto? A parte de haber sido fan durante algo más de un año de La Transversal, me da fuerzas para acabar la carrera de C. Audiovisual porque pienso que, a pesar de lo negro que veo el futuro, algún día puedo llegar a crear algo tan bonito como lo has hecho tú todo este tiempo con "La Transversal". Gracias por ser mi inspiración.
ResponderEliminarUn enorme abrazo.
Sr Paco Tomás, gracias. Sólo espero el momento de volverle a escuchar en ese nuevo proyecto donde supongo también estará Xisca.
ResponderEliminarXisca no debe desaparecer con el programa, pues La Trasnversal nunca desaparecerá, pues La Transversal es arte, y como tal no tiene fin.
ResponderEliminarMucha suerte en su nuevo proyecto.
Paco, ¡No mates a Xisca! Es como la tia insoportable que nunca tuve...
ResponderEliminarLa Transversal marcaba para mí horas de estudio, ya que lo hago por las noches... sin embargo, había una hora en la que no podía hacer nada más que reír. No sé qué pensarían mis compañeros de piso de mí al oír a una señora gritona que orgasmaba al salir y entrar de los trances, y yo me partía... la misma señora que fluía y fluía, sobre todo con 'espectadores' buenorros... Y gracias al señor Paco Tomás, por esa lucidez tan fantástica. Seguro que le irá genial en su nueva singladura como escritor y en otros programas de radio. También a esos grandes personajes (Tom Kallene y sus tesis, como la que escribo ahora), y ese genial Noam tan hispánico y arrabalero. Los seres pequeñitos al otro lado de La Transversal os llevaremos en un rinconcito perpendicular de la memoria.
ResponderEliminarYa no empiezo la semana del mismo modo, definitivamente, muy mala decisión. En fin, siempre nos quedará Wisteria... un abrazo pactomás! Y una cosa, ya no concibo pacotomás separado, es como una marca jaajaj si lo escribo separado me suena mal, como "adi-das" o "la-coste"
ResponderEliminarEs sólo una reflexión, ni caso ajajaja
Jajajajaja, me hace mucha gracia eso de que pacotomas sea un concepto en sí mismo, como una marca, jajajajja...Muchas gracias y siga usted reflexionando hasta tener los abdominales como Cristiano Ronaldo.
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