Y seguimos con las series que subrayaron con rotulador amarillo fluorescente algunos fragmentos de mi vida:
55.- ESPACIO 1999
Creo que estoy ante la primera serie de culto de mi vida. Imagino que a finales de los 70, hablar de la antesala del año 2000 era hablar de ciencia ficción. Ahora, superada esa barrera psicológica, me cuesta creer que la ficción supere la realidad. Espacio 1999 era británica aunque yo, durante muchos años creí que era de producción norteamericana. No sé porqué…pensaba que una nave espacial era patrimonio norteamericano; cosas de la edad.
En la serie, los residuos nucleares terrestres se almacenaban en la luna. Esos residuos explotan, en un accidente catastrófico el 13 de septiembre de 1999, lo que lanza a la luna fuera de su órbita y la envía, junto con los 311 habitantes de la base lunar Alpha, al espacio exterior. Salían Martin Landau y Barbara Bain, con un peinado estupendo para el espacio y unos pómulos muy Dietrich. No soy capaz de recordar tanto pero algunos expertos aseguran que la serie, en una primera temporada, era más filosófica y en las siguientes, más de acción. Yo creo que seguro que me enganché en la parte de acción porque yo, a esa edad, filosofía tenía poca. ¿Alguien recuerda cómo se llamaba ese personaje que era una mujer, de peinado divino, que se podía convertir en lo que quería con un zoom a los ojos?
54.- LOS HOMBRES DE HARRELSON
Supongo que detrás de mi admiración por la serie se escondía otra pulsión que desvelaría años más tarde. Ante la pantalla, leía “S.W.A.T.” y una voz en off decía en castellano: “Los hombres de Harrelson”. Y yo pensaba que en España se traducía fatal.
Era una serie policíaca, de las de toda la vida, con el único aliciente de que todos los policías estaban buenorros. Buenorros para la época, que era la segunda mitad de los 70. Aunque todas las chicas de mi clase estaban enamoradas del oficial Jim Street (Robert Urich), yo era más de Dominic Luca (Mark Shera). Lo increíble era que esos personajes, tapados hasta las cejas, sin enseñar un pedazo de nalga ni medio torso, despertaban los mismos instintos básicos que los niños de Física y Química, que se pasan en pelotas medio capítulo. Eran otros tiempos.
53.- SANDOKÁN
Con el paso del tiempo tiendo a creer que Sandokán, y en especial su protagonista, Kabir Bedi, despertaron mi lado chaser. Luego, a alguien se le ocurrió decir que Luis Mariñas –el del Telediario- se parecía a él y el instinto se me aletargó.
Veía Sandokán sin haber leído a Salgari pero me daba igual. Y si las mudanzas Urbano no me hubieran perdido la mitad de mis discos, seguro que aún tendría el single de la banda sonora de la serie, de los hermanos De Angelis.
52.- EL SHOW DE CAROL BURNETT
La recuerdo como la primera actriz cómica que con solo verla, me arrancaba una carcajada. Me hipnotizaban sus gestos, sus muecas, sus sonrisa llena de dientes, su físico tan fuera de la norma. Supongo que en los años 60, la fea encontraba su lugar en la comedia. Supongo que en la actualidad, tampoco ha cambiado tanto la cosa. En Estados Unidos, una república federal que sueña con tener familia real, se la conoce como Reina de la Comedia Americana.
El show de Carol Burnett estuvo en pantalla desde 1966 hasta 1977 y por él ganó cinco premios Emmy. En algún lugar aún debo tener la cinta VHS con el especial California Suite y el maravilloso sketch de la madre intentando convencer a su hija para que salga del cuarto de baño y se case. En el programa, Carol imitaba a mujeres que, años después, formarían parte de mi olimpo mitómano: Gloria Swanson, como Norma Desmond; Bette Davis, Joan Crawford o Lana Turner. Y por supuesto, como en todo buen show americano, había estrellas invitadas: Liza Minelli, Cher, Ethel Merman, Rock Hudson, Chita Rivera, Bernadette Peters,…¿quieren más razones? Supongo que en nombre de todos esos años, tan permeables a cualquier acontecimiento, me grabé la versión cinematográfica de Annie, el musical, dirigida por John Huston y con la Burnett transformada en una maravillosa Miss Hanigan.
51.-HOMBRE RICO HOMBRE POBRE
La serie le encantaba a mi madre. Y yo empecé a verla porque mi madre la veía. Los títulos de la serie piden un homenaje ya, con esos dibujos, como de novela del oeste antigua. Si alguien ve esa cabecera ahora y se fija en la categoría de los actores, es posible que hasta grite de emoción. Y confieso que aunque Nick Nolte estaba guapísimo –o simplemente joven- en la serie, a mí empezó a interesarme cuando apareció Falconetti. Un villano como Dios manda, con parche en el ojo incluido. He tenido que buscar en Internet el nombre del actor que lo interpretaba, William Smith, y me doy cuenta que un buen malvado siempre me ha seducido más que un buen héroe. Y eso que aún no sabía de la existencia del lado salvaje de la vida.
No hace usted huelga en su blog Sr.Paco Tomás????????????
ResponderEliminarSr.Paco Tomás, cuanto más recuerda las series de su/nuestra vida, mas cercano me siento y me doy cuenta de que compartimos muchas aficiones. Por supuesto que le dire como se llama aquella mujer transformable que se unió a los terricolas de la Base Lunar Alfa, se llamaba Maya y la interpretaba Catherine Schell. Por cierto, como todavía fan de aquella serie, el otro día encontre una web que "futuriza" la serie, y no solo trasladandola al 2099... Echenle un ojo y verán:
ResponderEliminarhttp://www.space2099.tv/episodes/episodes.htm