Era una mesa redonda. Nunca ha surgido una mala idea en torno a una mesa redonda. No puedo decir lo mismo de las mesas rectangulares, ni ovaladas y, desde luego, no de las mesas con forma de U. Alrededor de esa mesa, en un restaurante chino, estaba Félix Romeo. Posiblemente, una de las personas más generosas que he tenido la suerte de conocer. Me jode haber tenido la desgracia de perderlo de vista tan pronto. Siempre es pronto.
Félix Romeo fue uno de los padres de La Transversal, “el programa de los lunes que solo se escucha los domingos”. Su voz, pronunciando esa magnífica cabecera, fruto de su derrochadora creatividad, me (nos) acompañó durante tres temporadas. Él comenzó dirigiendo el programa hasta que decidió que era yo quien debía hacerlo. Félix creía en la gente. En estos tiempos en los que parece que lo único que importa son los números, Félix creía en las personas. Me jode que su luz se apague cuando más falta hace iluminar el camino.
Sus carcajadas eran saludables. Sus abrazos te hacían sentir querido. Su afecto te hacía sentir importante. Su literatura te hacía sentir.
Félix era un ser humano con una tremenda capacidad para amar. Lo demostró durante 43 años. Me jode que haya sido precisamente el corazón el que le haya impedido seguir haciéndolo durante 43 años más. Juro que me jode.
"Amarillo" me arrancó lo más profundo de mí. Era un mago en las páginas.Le voy a echar de menos, seguiré buscando sus artículos cada semana... Hasta siempre maestro
ResponderEliminarSete
Cuando me enteré de la desaparición del maestro Félix Romeo recordé la entrevista a Elvira Lindo en La Transversal. En ella dijiste que es importante que un escritor deje palabras a sus lectores. Félix nos dejó Amarillo, que para todos los que lo leímos ya será para siempre mucho más que un color. He vuelto a escuchar el especial de Radio 3 y me he vuelto a emocionar recordándole.
ResponderEliminarAl iniciar un nuevo proyecto suelo pensar en la cena en la que se concibió La Transversal, en esa mesa redonda y sus connotaciones artúricas. Cuando fui al restaurante chino El Buen Gusto tuve la sensación de que ocurrió allí. ¿Qué aportaría cada uno de los miembros de la mesa redonda? ¿Qué diría Félix Romeo? Me gusta pensar que Paco Tomás pondría el enfásis en las introducciones y quizá sugirió la presencia del serial. Félix Romeo pudo haber mencionado la necesidad de incluír contenidos culturales desde otro punto de vista. Con La Transversal, en uno de sus reportajes transversales, se te abrían las puertas a la cultura de una forma prácticamente mágica. Si algún día llegase a publicar un libro, habría sido un gran honor que Félix Romeo lo hubiera podido leer. Por desgracia, eso nunca será posible. Una voz irrepetible se ha perdido.